DÍA 16. QUETTA - FATHEPUR (610 KM):
Exactamente como habían avisado, a las 6 de la mañana ya tenía el todoterreno de la policía en la puerta del hotel, claro que yo llevaba media hora esperando por si acaso...
La tontería de las jurisdicciones también entre barrios con su correspondiente comisaría de policía ha hecho que me hayan cambiado la escolta tres veces en menos de 10 km. Empezamos bien...
Y seguimos igual porque cuando la policía le ha pasado el testigo a los militares estos ya no me han dejado en casi todo el día. A pesar de que ayer me comprometí a cambiar la ruta por el sur, lo cierto es que tampoco me han dado opción porque de un convoy al otro se han ido turnando mucho más allá de la frontera del Baluchistán.
He quedado bien hartito de ver la parte trasera de decenas de pick ups Toyota Hilux, a cual más hecha polvo, alguna incluso que no pasaba de 50 km/h, y sobretodo de respirar el humo que salía de sus tubos de escape.
Y así ha sido mi día en Pakisán, sin poder hacer ni fotos, ni parar a tomarme algo, ni nada más que no fuera seguir a la escolta. Bueno, en realidad a un par de ellas les he trolado cuando el tío chulito dice: "pasa tu primero y yo te sigo". A los pocos segundos por el retrovisor veía alejarse a la Toyota haciéndome luces y poniendo la sirena sin éxito, con lo cual tenía unos minutos de libertad, aunque sólo hasta encontrar a la siguiente escolta que, advertida ya por radio, me hacía poner a chupar rueda de nuevo.
En uno de los relevos me dicen que siga y ya encontraré al siguiente coche, pero en realidad no lo veo y estoy un buen rato sólo por fin, momento que aprovecho para parar y sacar unas pocas fotos.
Los líderes de la nación... no te vayas a olvidar de ellos...
Al final del día entro en la región del Punjab y encuentro un hotelito apañado creyendo que ya soy libre para circular por el resto de Pakistán. ¡Iluso de mi!
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