martes, 5 de agosto de 2014

DÍA 25 TAN BIEN Y TAN MAL...









DÍA 25: WAGAH BORDER - NAGARTH (310 KM):













Hoy ha sido un día agridulce, pero además mucho.

La burocracia de la frontera pakistaní que cierra a las 4 de la tarde (simpáticos ellos) ayer me había dejado durmiendo en la tienda en un parterre, justo donde he amanecido.  He desmontado con toda la parsimonia porque hasta las 9,30 estos cachondos no abren el chiringuito. Lo bueno es que los trámites de salida pakistaní han ido bastante bien gracias a un "ayudante" de esos que normalmente no ayudan nada pero que esta vez sí que se lo ha currado, sobretodo con el sello de salida del Carnet de Passage que recordemos no está a mi nombre y el oficial eso no lo veía claro. Al final el hombre se ha ganado que le cambiara a él algo de dinero, aunque a una ratio obviamente menor del que puedo conseguir en una casa de exchange y con eso se saca su buena propinilla...

Total que entro ni más ni menos que en la India prometiéndomelas felices. ¡Si en la puerta de entrada al país te recibe hasta una foto de Gandi! Además todo está bastante organizado y me ha sorprendido que aproximadamente la mitad de soldados que controlan la aduana eran mujeres, lo cual nos da una idea muy clara de que hemos cambiado radicalmente de país ya que algunas partes de Pakistán está tremendamente mal visto que la mujer trabaje (fuera de casa se entiende, porque seguro que a los talibanes no les haría mucha gracia tenerse que poner los calzoncillos sucios cada mañana o hacerse ellos solitos la comida y cuidar de la casa y los críos...)   

Pero en este viaje la burrocracia parece "la mano negra" de la Stela Reynolds  (jajaja), de manera que en las aduanas indias voy a pasar mis próximas y desesperantes casi tres horas pues incluso te hacen desmontar el equipaje y llevarlo a la sala de control de pasajeros, cuando en todas las otras fronteras el oficial de aduanas simplemente le echa un ojo en la propia moto, o ni siquiera eso. 

En definitiva, os ahorro los detalles pero a las 13 horas aproximadamente ya estaba yo circulando por India con lo cual me ha dado el subidón...

Lo más cercano a la frontera es Amritsar, justo donde quería yo visitar el mítico Templo Dorado de los Sikhs así como también el menor Templo de Dughiana, por el que empiezo. 

Llego a Amritsar. Obsérvese el retrovisor de emergencia atado al original...


Este es el Templo de Dughiana, que no está nada mal.




Nos recibe Ganesha, hijo de Parvati la esposa de Shiva y a quien este cortó la cabeza y tras el afligimiento de Parvati prometió sustituirla por el del primer animal que pasara... que fue un elefante... Es muy reverenciado en la India como auyentador de obstáculos y dios de la inteligencia y la sabiduría.




Hánuman, el dios-mono al que se atribuye una fuerza infinita (de hecho sólo al nacer saltó hacia el sol porque lo confundió con una fruta). Es por ello muy venerado entre policías y militares.



En los templos los fieles tocan la campana cuyo sonido es "Om", es decir que invoca a la divinidad y a las fuerzas virtuosas y nobles apartando tanto a los otros sonidos no relevantes como a los males y fuerzas demoníacas... 


Llego finalmente hasta la plaza del Golden Temple, aparco la moto como siempre ante una nube de curiosos y me dispongo a visitar el templo.

La visita ha sido espectacular. El templo no sólo es plásticamente precioso con un dorado fulgente y rodeado de su lago sinó que destaca por un lado la mística y devoción de sus fieles que se vive en él y por otro sobretodo su carácter de servicio publico y social que he podido comprobar al ver la cantidad de gente a la que se ofrecía de comer gratuitamente como si fuera un gran restaurante (puede comer allí quien quiera), de beber (hay aguaderos por todas partes) y hasta de descansar en un hall expresamente habilitado para ello.

Hay que entrar descalzo (hay sitio fuera gratuito para dejar el calzado) y con la cabeza cubierta (te dejan también el pañuelo).


¡Mira, un Papa Noel! jajaja.







Por mi parte me he dejado llevar por la espiritualidad del lugar y me he sumergido en las aguas del lago como un fiel más tratando así de poner algo de paz en este viaje tan ajetreado. Ha sido un momento muy especial que guardaré en la caja de los buenos recuerdos.








Haciendo cola para entrar en el Templo del lago.












Constantemente tiran cubos de agua por el suelo para limpiarlo y purificarlo todo.



Ya fuera en la calle los templetes, deidades y figuras son constantes.



Pero toda la paz conseguida dentro del templo dorado se ha ido al garete al salir en sólo 5 minutos. Cuando voy a recoger la moto me doy cuenta de que me han robado la chaqueta de mi supertraje Yamaha Adventure que tan buen resultado me estaba dando y que había aguantado las incontables sudadas a 45-48 grados del desierto de Baluchistán.

Efectivamente, la chaqueta había pasado el día atada con pulpos de red sobre una maleta mientras hacía los trámites en las aduanas. Algún día anterior había quedado igual durante alguna visita y nunca nadie tocó nada. En alguna otra ocasión me había asegurado pasándole por la manga el candado de combinación, pero es que hace unos días que precisamente lo tengo destinado a proteger el neumático que llevo colgado de forma imprevista... La diferencia es que vengo de dos países islámicos (Irán y Pakistán) y no me he dado cuenta que la India no lo es.  Así pues que por falta de cuidado a las pocas horas de entrar en el país ya me han robado.... (para que luego se diga de todo de los musulmanes...).

Podéis ahorraros el sermón, el "como se te ocurre" y el "te lo dije", pues ya os imagináis que yo ya me he autofustigado suficientemente. Pero a lo hecho, pecho. Y a partir de ahora me tendré que espabilar con una chaqueta de neopreno que usaba de forro o bien intentar encontrar algo que proteja un poco más en Delhi en unos días. 

Todavía con el cabreo correspondiente he empezado a hacer kilómetros enrabietado por la India con dirección al Himalaya pues uno amigos andan por ahí con unas Royal Enfield alquiladas y me encantaría encontrarlos y acompañarlos un par o tres de días. No obstante el retraso sufrido la última semana, con dos días enteros perdidos sobre mis previsiones, lo hacen muy complicado. 

Cuando paso por una gasolinera de un pueblo al que probablemente voy a volver en unos días bajando consigo que me permitan dejar allí la rueda de repuesto, pues en el Himalaya indio preveo jornadas de off road y la rueda así colgada es un estorbo.

Aunque intento conducir alguna hora de noche he de decir que al poco rato me he dado cuenta que era simplemente un suicidio. Si de día te pegas unos sustos del copón con todas las vacas que hay tumbadas tranquilamente en las calles y en las carreteras (dejando ahora aparte cabras, perros, ovejas y personas...), de noche es que simplemente no las ves y es cuestión de tiempo que salgas por orejas cuando le des a una... 

Ya con una oscuridad cerrada pues, y tras un par de intentos fallidos por ser extranjero, consigo al fin una habitación cutre (en un hotel que por fuera no lo parecía) por 600 rupias, es decir unos 10 dólares (7 euros o así). Por ese precio tampoco querrás que te bailen algo, ¿no? jajaja.





Kms hoy: 310 km
Acumulados: 13.851 km
Media: 554 km
Hemos pasado por 17 países.

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