DÍA 40: KOLKATA - KATWA (?) (242 KM):
(mapa aproximado y no seguro)
Durante toda la noche el monzón veraniego se ha materializado y ha llovido con auténticas ganas. Hay que decir que hasta ahora por suerte me había respetado bastante.
Dejo pasar las horas a ver si amaina pero ya son las 8 de la mañana y sigue lloviendo, aunque en menor intensidad. Por un momento tengo la tentación de quedarme acurrucadito un día entero más en la cutre-cama de 7 euros, la cual fácil y probablemente puedo haber compartido con varios seres vivos (por las chinches lo digo...). Pero decido que no hay que amariconarse ahora y me pongo el traje de lluvia a salir a comerme Kolcata/Calcuta como un campeón...
Me acerco al Minarete Shahir.
Y al Memorial Reina Victoria, donde más allá del propio edificio del memorial lo interesante está en ver la estatua de la Reina británica que dominaba esta tierra en los tiempos en que la India era una colonia del British Imperium.
La postura apalancada de la Reina, casi desparramada en su trono, es notoria.
Los taxis de Kolkata son Ambassador Classic.
Jarreando de nuevo me dirijo hacia aquello que para mí SÍ es fundamental. Ya sabéis que a menudo os largo rollos con determinadas historias de edificios, hechos o personajes históricos. Y si de personalidades del Siglo XX hablamos, recuerdo ahora a bote pronto haber estado ante el Mausoleo de Mao Tse Dong en la Plaza de Tiananmen en Pekín, en la tumba de John Fitzgerald Kennedy en el Cementerio de Arlington en Whashington D.C. y haber visto al propio Vladimir Illich Ulianov (Lenin) embalsamado en el Panteón de la Plaza Roja de Moscú. Pero os aseguro que ninguno de todos ellos, ni de lejos, me produce ni una pequeña parte de la admiración de la persona que hay enterrada en ésta tumba que reza "amar hasta que duela".
Esta persona nació en Skopje (Macedonia) y hace 8 años allí ya tuve la ocasión de encontrar la estatua que le tienen dedicada. Este fue el momento en diciembre del 2006.
Efectivamente, se trata de la Madre Teresa de Calcuta, un referente mundial en lo que concierne a la entrega y dedicación a los demás. Los que me conocéis ya sabéis que yo no soy para nada católico, sino agnóstico-ateo (depende de como me levanto... jajaja) pero igual que os dijera hace dos años ante la tumba de Monseñor Romero que fue asesinado por el gobierno por ser la voz del pueblo Salvadoreño, os digo ahora también que me descubro y hasta me arrodillo ante una persona que hizo del servicio a los más necesitados, desahuciados, leprosos, huérfanos, pobres y en cualquier manera escoria de la sociedad, su razón de vivir.
He tocado el mármol que cubre su cuerpo por unos instantes como intentando capturar de ella si pudiera una infinitésima parte de su energía y fuerza arrolladora y su bondad infinita.
Ademas de la tumba en el edificio de las Madres Misioneras de Calcuta también hay un pequeño museo sobre ella, e igualmente se puede ver su modesta habitación, su pequeño refugio donde parecía llevar sobre sus delgados hombros el peso del mundo.
Las Madres Misioneras de la Caridad responsables del centro.
Mi visita a las Madres Misioneras no obstante tiene una vertiente más personal que todavía desconocéis. Hace 17 años mi hermana estuvo aquí y ademaś de la bendición de las Madres se trajo a casa en adopción a un pequeñajo morenote llamado Saji, mi sobrino, que hoy día es ya un hombretón mayor de edad.
Unos centenares de metros calle abajo las Madres tienen el Orfanato. Allí me reciben con los brazos abiertos y contentas de que les de noticias de su antiguo huésped. Me permiten sacar unas fotos de la casa de acogida y de los bebés que reciben todos los cuidados.
La madre que me acompaña por el orfanato precisamente es española.
La mujer de la izquierda ya estaba en el centro hace 18 años cuando mi sobrino estuvo aquí y sin duda lo tuvo en sus brazos y cuidaría de él con todo su amor...
No me digas que no es tierno y agradecido saber que estos niños al menos tendrán una oportunidad gracias a ellas...
Os pongo una foto de hace 18 años de mi sobrino Saji bendecido por la propia Madre Teresa.
Emocionado e intentando no molestar más en sus quehaceres me despido de las Madres agradeciéndoles sinceramente su labor.
Por las calles de Calcuta se ven todavía palanquines tirados por hombres.
Lo siento pero a mi no me gustan. Una cosa es los Bici-taxis que ya sufren lo suyo, pero estas carrozas tiradas por personas como si fueran animales las encuentro denigrantes. Recuerdo haber visto algunos en Tokio para los turistas acarreados por auténticos atletas, pero esto es otra cosa.... He visto a menudo a orondos hombres de negocios sentados en la carroza con cara sonriente y al pobre porteador sufriendo con la cara desencajada intentando avanzar sin que ningún coche lo embista...
Por mi parte ya sin más me dirijo hacia la frontera de Bangladesh que, aunque está cerquita, hay que decir que llegar hasta ella ha sido toda una odisea no sólo porque la carretera estaba atestada contínuamente de gentes y pueblecitos, sinó porque ya salir de Calcuta en sí mismo es simplemente agotador y se tarda casi hora y media en permanente atasco sólo para empezar a abandonar la megaurbe.
Cuando llego a la frontera India hago los trámites de salida de Inmigración (sello de salida del pasaporte), y cuando voy a hacer los trámites de aduana (sello de salida del Carnet de Passage) me dan una mala notícia... Me dice el oficial que si quiero él me lo sella, pero que tenga en cuenta que en Bangladesh no aceptan el Carnet de Passage y por su experiencia anterior en una hora estaré intentando entrar de nuevo en la India...
Ya sabéis que yo viajando a menudo soy un "echao palante" y a veces hasta un "vivalavirgen" o sea que me diseñé mi ruta y me apeteció pasar por este país pequeñito y exótico y me pedí y conseguí el visado correspondiente. Lo normal, vamos, pero al parecer me faltaban un par de datos... jajaja
Tras hablar con los de inmigración quedamos que me dan permiso para irme "un ratito" a Bangladesh a preguntar si me aceptan entrar con la moto, y si fuera así ya volveré a la India para rellenar los trámites de salida... (En algunos países las fronteras son un poco "sui géneris"...)
Así lo hago y en breves momentos estamos yo y la moto dentro de Bangladesh. Los oficiales de la aduana bangladeshina (o como demonios se diga) ponen buena intención en arreglar las cosas pero no tienen poder de decisión, así que tras un buen rato de llamadas y esperas un oficial me dice que se sube conmigo y que nos vamos hasta el pueblo más cercano donde están las oficinas centrales de las Aduanas.
Este es el momento que el oficial se sube a la moto.
Y así entro en Bangladesh, otra vez con un policía o militar montado atrás en la moto, igual que salí de Irán y entré en Pakistán... el día de la marmota se repite...
Pero esta vez las cosas no van tan bien y cuando el "superintendente" llega de comer y entramos en su despacho me explica que en primer lugar las motos de más de 175 cc no están permitidas en Bangladesh (pero éste extremo no lo tengo claro del todo porque otro oficial no decía lo mismo...) y sobretodo, que en qualquier caso que quisieran o pudieran autorizarlo, Bangladesh no reconoce el Carnet de Passage sino que tiene su propio sistema de aval bancario, de manera que aún haciendo una excepción con la cilindrada tendría que hacer un aval bancario en Bangladesh relacionado con el valor de la moto, y que así por encima ha calculado en unos 6.000 euros... es decir incluso un poco más que lo solicitado por el Carnet de Passage. Inviable del todo y más para tres días que iba a estar yo en Bangladesh...
He intentado que me hicieran una importación temporal limitada, o incluso un permiso de tránsito de 3 ó 4 días pero no ha habido manera pues en éste país (como la frontera de Myammar está cerrada) no existen ninguna de estas modalidades. Puerta cerrada definitivamente. Dicen que el que hace lo que puede no está obligado a hacer más, o sea que yo me quedo con la consciencia tranquila de haberlo intentado.
Obviamente yo no tengo ningún problema para dejar la moto aparcada en la frontera y coger un autobús a Dahka, pero no pienso hacerlo. Esto es un equipo, o vamos los dos o ninguno...
Al cabo de un rato vuelvo a la India, pero sólo por un momento porque al poco tengo que volver a entrar en Bangladesh para hacer los trámites oficiales de entrada y salida de Bangladesh (sellos en el pasaporte e incluso pagar la tasa de salida) porque si no los indios no me quieren volver a dejar entrar... ¡que lío! jajaja.
Total, que hoy he entrado dos veces en Bangladesh, me habré hecho dentro unos 20 kms y a lo sumo habré estado allí tres horitas... la visita más breve de la historia...
Terminada la tontería burocrática ya no me queda más remedio que improvisar porque mi track lógicamente pasaba por Bangladesh, así que cojo el GPS y pongo el dedo sobre Katmandú y le digo: "Ir", y el jodido me dice que yendo directo me faltan menos de 1000 kms (aunque yo me haré más seguro al dar la vuelta por Pokhara), y me digo pues "ale", ¿a que esperamos? ¡que esto está aquí al lado!
Y así, ya a las 4 y media de la tarde me pongo a seguir al GPS a pies juntillas a donde quiera que me lleve, pero la carretera una vez más es inmunda y llena de cráteres y no habré hecho mucho tramo cuando sobre las 18 estaba anocheciendo y he tenido que empezar a buscar un cobijo donde pasar la noche. Tras dos fracasos en los dos primeros "hoteles" (de nuevo sólo quieren a indios para no tener que hacer trámites con el pasaporte (esto me suena desgraciadamente de atravesarme Rusia, jajaja)) en el tercero se han apiadado de mi y me han dado no una habitación, sino una especie de jaula casi al aire libre cerrada con cortinas, obviamente sin baño ni nada, al módico precio de 300 rupias (3,6 leros) que es la habitación de alguien porque hay ropa y cosas suyas por todos lados, y aparte de varias visitas inexplicables de gente curiosa que ahora mismo tengo sentada en mi cama mientras escribo esto (la jaula se cierra por fuera y esto parece el coño de la Bernarda...), espero que al menos durante la noche esté yo sólo y pueda intentar pegar ojo en esta durísima tabla de madera con una colcha encima (sin colchón ninguno y ni siquiera un triste jergón). Ya veremos, mañana os lo cuento... si puedo.
Si es que me pasa cada cosa... jajaja
Aquí, echando el rato en la "habitación" de alguien...
Kms hoy: 242 km
Acumulados: 18.808 km
Media: 470 km
Hemos pasado por 18 países (pero por Bangladesh sólo un ratito, jajaja)
(mapa aproximado y no seguro)
Durante toda la noche el monzón veraniego se ha materializado y ha llovido con auténticas ganas. Hay que decir que hasta ahora por suerte me había respetado bastante.
Dejo pasar las horas a ver si amaina pero ya son las 8 de la mañana y sigue lloviendo, aunque en menor intensidad. Por un momento tengo la tentación de quedarme acurrucadito un día entero más en la cutre-cama de 7 euros, la cual fácil y probablemente puedo haber compartido con varios seres vivos (por las chinches lo digo...). Pero decido que no hay que amariconarse ahora y me pongo el traje de lluvia a salir a comerme Kolcata/Calcuta como un campeón...
Me acerco al Minarete Shahir.
Y al Memorial Reina Victoria, donde más allá del propio edificio del memorial lo interesante está en ver la estatua de la Reina británica que dominaba esta tierra en los tiempos en que la India era una colonia del British Imperium.
La postura apalancada de la Reina, casi desparramada en su trono, es notoria.
Los taxis de Kolkata son Ambassador Classic.
Jarreando de nuevo me dirijo hacia aquello que para mí SÍ es fundamental. Ya sabéis que a menudo os largo rollos con determinadas historias de edificios, hechos o personajes históricos. Y si de personalidades del Siglo XX hablamos, recuerdo ahora a bote pronto haber estado ante el Mausoleo de Mao Tse Dong en la Plaza de Tiananmen en Pekín, en la tumba de John Fitzgerald Kennedy en el Cementerio de Arlington en Whashington D.C. y haber visto al propio Vladimir Illich Ulianov (Lenin) embalsamado en el Panteón de la Plaza Roja de Moscú. Pero os aseguro que ninguno de todos ellos, ni de lejos, me produce ni una pequeña parte de la admiración de la persona que hay enterrada en ésta tumba que reza "amar hasta que duela".
Esta persona nació en Skopje (Macedonia) y hace 8 años allí ya tuve la ocasión de encontrar la estatua que le tienen dedicada. Este fue el momento en diciembre del 2006.
Efectivamente, se trata de la Madre Teresa de Calcuta, un referente mundial en lo que concierne a la entrega y dedicación a los demás. Los que me conocéis ya sabéis que yo no soy para nada católico, sino agnóstico-ateo (depende de como me levanto... jajaja) pero igual que os dijera hace dos años ante la tumba de Monseñor Romero que fue asesinado por el gobierno por ser la voz del pueblo Salvadoreño, os digo ahora también que me descubro y hasta me arrodillo ante una persona que hizo del servicio a los más necesitados, desahuciados, leprosos, huérfanos, pobres y en cualquier manera escoria de la sociedad, su razón de vivir.
He tocado el mármol que cubre su cuerpo por unos instantes como intentando capturar de ella si pudiera una infinitésima parte de su energía y fuerza arrolladora y su bondad infinita.
Ademas de la tumba en el edificio de las Madres Misioneras de Calcuta también hay un pequeño museo sobre ella, e igualmente se puede ver su modesta habitación, su pequeño refugio donde parecía llevar sobre sus delgados hombros el peso del mundo.
Las Madres Misioneras de la Caridad responsables del centro.
Mi visita a las Madres Misioneras no obstante tiene una vertiente más personal que todavía desconocéis. Hace 17 años mi hermana estuvo aquí y ademaś de la bendición de las Madres se trajo a casa en adopción a un pequeñajo morenote llamado Saji, mi sobrino, que hoy día es ya un hombretón mayor de edad.
Unos centenares de metros calle abajo las Madres tienen el Orfanato. Allí me reciben con los brazos abiertos y contentas de que les de noticias de su antiguo huésped. Me permiten sacar unas fotos de la casa de acogida y de los bebés que reciben todos los cuidados.
La madre que me acompaña por el orfanato precisamente es española.
La mujer de la izquierda ya estaba en el centro hace 18 años cuando mi sobrino estuvo aquí y sin duda lo tuvo en sus brazos y cuidaría de él con todo su amor...
No me digas que no es tierno y agradecido saber que estos niños al menos tendrán una oportunidad gracias a ellas...
Os pongo una foto de hace 18 años de mi sobrino Saji bendecido por la propia Madre Teresa.
Emocionado e intentando no molestar más en sus quehaceres me despido de las Madres agradeciéndoles sinceramente su labor.
Por las calles de Calcuta se ven todavía palanquines tirados por hombres.
Lo siento pero a mi no me gustan. Una cosa es los Bici-taxis que ya sufren lo suyo, pero estas carrozas tiradas por personas como si fueran animales las encuentro denigrantes. Recuerdo haber visto algunos en Tokio para los turistas acarreados por auténticos atletas, pero esto es otra cosa.... He visto a menudo a orondos hombres de negocios sentados en la carroza con cara sonriente y al pobre porteador sufriendo con la cara desencajada intentando avanzar sin que ningún coche lo embista...
Por mi parte ya sin más me dirijo hacia la frontera de Bangladesh que, aunque está cerquita, hay que decir que llegar hasta ella ha sido toda una odisea no sólo porque la carretera estaba atestada contínuamente de gentes y pueblecitos, sinó porque ya salir de Calcuta en sí mismo es simplemente agotador y se tarda casi hora y media en permanente atasco sólo para empezar a abandonar la megaurbe.
Cuando llego a la frontera India hago los trámites de salida de Inmigración (sello de salida del pasaporte), y cuando voy a hacer los trámites de aduana (sello de salida del Carnet de Passage) me dan una mala notícia... Me dice el oficial que si quiero él me lo sella, pero que tenga en cuenta que en Bangladesh no aceptan el Carnet de Passage y por su experiencia anterior en una hora estaré intentando entrar de nuevo en la India...
Ya sabéis que yo viajando a menudo soy un "echao palante" y a veces hasta un "vivalavirgen" o sea que me diseñé mi ruta y me apeteció pasar por este país pequeñito y exótico y me pedí y conseguí el visado correspondiente. Lo normal, vamos, pero al parecer me faltaban un par de datos... jajaja
Tras hablar con los de inmigración quedamos que me dan permiso para irme "un ratito" a Bangladesh a preguntar si me aceptan entrar con la moto, y si fuera así ya volveré a la India para rellenar los trámites de salida... (En algunos países las fronteras son un poco "sui géneris"...)
Así lo hago y en breves momentos estamos yo y la moto dentro de Bangladesh. Los oficiales de la aduana bangladeshina (o como demonios se diga) ponen buena intención en arreglar las cosas pero no tienen poder de decisión, así que tras un buen rato de llamadas y esperas un oficial me dice que se sube conmigo y que nos vamos hasta el pueblo más cercano donde están las oficinas centrales de las Aduanas.
Este es el momento que el oficial se sube a la moto.
Y así entro en Bangladesh, otra vez con un policía o militar montado atrás en la moto, igual que salí de Irán y entré en Pakistán... el día de la marmota se repite...
Pero esta vez las cosas no van tan bien y cuando el "superintendente" llega de comer y entramos en su despacho me explica que en primer lugar las motos de más de 175 cc no están permitidas en Bangladesh (pero éste extremo no lo tengo claro del todo porque otro oficial no decía lo mismo...) y sobretodo, que en qualquier caso que quisieran o pudieran autorizarlo, Bangladesh no reconoce el Carnet de Passage sino que tiene su propio sistema de aval bancario, de manera que aún haciendo una excepción con la cilindrada tendría que hacer un aval bancario en Bangladesh relacionado con el valor de la moto, y que así por encima ha calculado en unos 6.000 euros... es decir incluso un poco más que lo solicitado por el Carnet de Passage. Inviable del todo y más para tres días que iba a estar yo en Bangladesh...
He intentado que me hicieran una importación temporal limitada, o incluso un permiso de tránsito de 3 ó 4 días pero no ha habido manera pues en éste país (como la frontera de Myammar está cerrada) no existen ninguna de estas modalidades. Puerta cerrada definitivamente. Dicen que el que hace lo que puede no está obligado a hacer más, o sea que yo me quedo con la consciencia tranquila de haberlo intentado.
Obviamente yo no tengo ningún problema para dejar la moto aparcada en la frontera y coger un autobús a Dahka, pero no pienso hacerlo. Esto es un equipo, o vamos los dos o ninguno...
Al cabo de un rato vuelvo a la India, pero sólo por un momento porque al poco tengo que volver a entrar en Bangladesh para hacer los trámites oficiales de entrada y salida de Bangladesh (sellos en el pasaporte e incluso pagar la tasa de salida) porque si no los indios no me quieren volver a dejar entrar... ¡que lío! jajaja.
Total, que hoy he entrado dos veces en Bangladesh, me habré hecho dentro unos 20 kms y a lo sumo habré estado allí tres horitas... la visita más breve de la historia...
Terminada la tontería burocrática ya no me queda más remedio que improvisar porque mi track lógicamente pasaba por Bangladesh, así que cojo el GPS y pongo el dedo sobre Katmandú y le digo: "Ir", y el jodido me dice que yendo directo me faltan menos de 1000 kms (aunque yo me haré más seguro al dar la vuelta por Pokhara), y me digo pues "ale", ¿a que esperamos? ¡que esto está aquí al lado!
Y así, ya a las 4 y media de la tarde me pongo a seguir al GPS a pies juntillas a donde quiera que me lleve, pero la carretera una vez más es inmunda y llena de cráteres y no habré hecho mucho tramo cuando sobre las 18 estaba anocheciendo y he tenido que empezar a buscar un cobijo donde pasar la noche. Tras dos fracasos en los dos primeros "hoteles" (de nuevo sólo quieren a indios para no tener que hacer trámites con el pasaporte (esto me suena desgraciadamente de atravesarme Rusia, jajaja)) en el tercero se han apiadado de mi y me han dado no una habitación, sino una especie de jaula casi al aire libre cerrada con cortinas, obviamente sin baño ni nada, al módico precio de 300 rupias (3,6 leros) que es la habitación de alguien porque hay ropa y cosas suyas por todos lados, y aparte de varias visitas inexplicables de gente curiosa que ahora mismo tengo sentada en mi cama mientras escribo esto (la jaula se cierra por fuera y esto parece el coño de la Bernarda...), espero que al menos durante la noche esté yo sólo y pueda intentar pegar ojo en esta durísima tabla de madera con una colcha encima (sin colchón ninguno y ni siquiera un triste jergón). Ya veremos, mañana os lo cuento... si puedo.
Si es que me pasa cada cosa... jajaja
Aquí, echando el rato en la "habitación" de alguien...
Kms hoy: 242 km
Acumulados: 18.808 km
Media: 470 km
Hemos pasado por 18 países (pero por Bangladesh sólo un ratito, jajaja)
No hay comentarios:
Publicar un comentario