DÍA 27: KALPA - KAZA (242 KM)
Por el fresco de la noche me ha quedado claro que estamos ya bastante arriba (esto de Kalpa es una especie de Navacerrada india, hay gente igual de rara pero sin los jerseis de cocodrilo...)
Ha tocado esperar a que abran la Comisaría y obtener el dichoso permiso ya que en esta zona del Himalaya las fronteras entre India, Pakistán y China siguen estando en discusión y se mantienen unas zonas de administración de cada uno pero sin carácter definitivo (en los mapas suelen venir líneas discontinuas).
Hasta las 12 no he sido plenipotenciario y me esperaban unos 210 km de prácticamente pistas para unas 6 horas de luz solar y luego intentar encontrar a mis amigos con los que no tengo ningún contacto hace días. Teniendo en cuenta que llevo la megavaca cargada hasta las trancas, que no tengo tracción en el neumático trasero que está suplicando el cambio con 14.000 km (cuando normalmente en esta moto lo cambio a los 8.000), que no tengo chaqueta con protecciones y que mi estado físico y mental es claramente lamentable tras haber perdido ya unos 10 kg más a sumar a los que ya me quité de encima antes de salir... el resultado es que este viaje va ganando dramatismo por momentos, jajaja.
La carretera (por llamarla de alguna forma) ha combinado momentos de poderte sentar durante al menos dos minutos sin salir despedido del asiento en el primer socavón que te hayas comido, con otros de auténtico enduro dominguero porculero durante muchos kilómetros...
Al final de la mañana paso por Nako Lake (donde ellos durmieron ayer) y consigo que unos extranjeros que echaban la tarde ociosa tomando algo en una terraza me den noticias de mis amigos que al parecer anoche andaban en el cibercafé preocupados por mi estado y situación tras varios días de no dar yo señales de vida. Si todo va según lo previsto esta noche estaremos juntos y dejarán de sufrir por mi.
En el propio Nako Lake hay un monasterio.
Una anciana estaba haciendo unas puyas y cánticos mientras hacía rodar el enorme cilindro.
A 3.830 metros de altura ya estamos realmente arriba...
¡Anda que no! Y alguno todavía me preguntará por qué viajo....
Estoy en plena frontera con China, o a veces incluso dentro de ella, ya que estas tierras son límites fronterizos disputados internacionalmente y dependiendo de los mapas que uses el camino traspasa o no la frontera...
Al empezar la tarde la ruta da una tregua y parece que los tropezones serios sólo están en las calles de los pueblos que diríase que los dejan así a posta como una estrategia para que no pases de largo y te quedes a consumir algo asqueado de luchar contra los dichosos hoyos... En definitiva, que sorteando algunos baches en un pueblecito veo algunas Royal Enfield aparcadas ante un restaurante y en una de ellas al amigo Sergi que se ha quedado de pasta de boniato según me acercaba saludándole con la sonrisa en mi boca rodeada estos días de una espesa barba.
El abrazo ha sido intenso y tras él el del resto de compañeros que han ido saliendo del restaurante según la notícia de mi llegada se propagaba. Especialmente emocionado el encuentro con mi "Secre" OlgaTT quien estuvo presente en la salida de este viaje en la sede de Yamaha y con quien dijimos: "nos vemos en la India" y así ha sido felizmente. ¡Como si nada....! Este fue el momento que nos despedimos en la salida en la sede de Yamaha Maqueting en El Prat.
Y efectivamente, en la India nos hemos re-encontrado... Al verme tan delgado les ha salido a todos del alma (especialmente a Olga que hace las veces de "mama" espiritual del grupo) sentarme a la mesa para dar cuenta de alguno de los platos de arroz... (como si hubieran adoptado a un perro abandonado... jajaja). Yo ya sé que así doy penita pero creedme que mi cuerpo en este estado semivegetativo que no pide nada es más operativo. (foto Olga)
Y así ha continuado el día, integrado en el equipo de "Sky is the limit", el grupo de amigos que han organizado este viaje por la zona del Himachal indio, Spity Valley y Ladakh Valley, en las "potentes" Bullet 500 cc.
¡Espectacular!
Precisamente la siempre positiva Olga había tenido que dejar su Royal Enfield alquilada el día anterior al estar definitivamente estropeada, de manera que al ver el asiento de la Superteneré 1200 le ha costado "cero coma" para convencerme (yo encantado, como siempre) de seguir conmigo de "paquete" cómodamente sentada.
De risas con Olga de paquete.
(foto Olga)
Añadir un pasajero a la ya sobrecargada vaca y no poderte poner demasiado de pie no es precisamente lo mejor para encarar pistas de piedra suelta y pasos de agua, pero con buena voluntad y entretenido con una muy agradable charla con Olga al final del día hemos llegado a Kaza y nos hemos apalancado en un hotelito a un precio de escándalo (350 rupias la habitación - 4 euros), claro que el hecho de que no haya habido luz en ningún momento tampoco era culpa del pobre abuelo...
Con prisas para que no nos cierren el Ciber del pueblo consigo al fin conectarme a la red y dar noticias de que estoy bien para tranquilidad de los que sé perfectamente que sufrían por mi tras 4 días de silencio. (foto Olga)
Luego, en el hotel aún sin luz, la cena con los amigos con su charleta, sus risas y sus anécdotas ha sido como una terapia de grupo que realmente necesitaba tras casi un mes de cabalgar el mapamundi en solitario.
Foto esperando la cena a oscuras (foto Olga)
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