DÍA 46 ENCAJÁNDOLA

DÍA 46: KATHMANDÚ - KATHMANDÚ:

La protagonista de hoy es la Superteneré. Se trata de dedicar el día a hacerle una caja a medida y pasar la inspección y los trámites administrativos de las aduanas nepalís para que pueda volver a Barcelona en un vuelo muy pronto. Debido a la responsabilidad que tengo en esta ocasión con Yamaha España yo hasta que esté todo hecho y sin problemas ni siquiera he comprado el billete de vuelta para mi pues me quiero asegurar. Recuerdo en cambio hace 4 años cuando llegué a Tokio que simplemente dejé la moto en un almacén y le dije "hasta pronto"...

Ella y yo llegamos a la nave industrial de las aduanas. Nuestro viaje juntos ha llegado exactamente hasta aquí.

La pongo sobre un palet de madera y empieza la fiesta. Lo primero que hago es sacar las maletas y el top case y lo segundo desmontarle la rueda delantera para que los trabajadores de Eagle Export Cargo amarren el eje de las horquillas.

Aquí he hecho un poco más de trabajo desmontando la cúpula, los gps y el manillar. También los inspectores de aduanas ya la han examinado (haciéndome abrir y sacar todo lo que hay en las maletas y las bolsas) y los de la compañía de transporte lo han atando todo con simples cuerdecillas (fijaros bien en la foto del principio) y empiezan a montar la caja.

En la nave la actividad de empaquetado es febril.

Ya la tenemos a punto de tapar. No la volveré a ver hasta que estemos ambos en casa.

Los últimos clavos. La verdad es que esta gente de Nepal hacen cajas mucho más a la medida y ligeras que los japoneses (que le hicieron a mi KTM una jaula a prueba de bombas, pero a cambio de añadirle peso y volumen que encarecen el transporte). Yo diría que ésta es resistente lo justito, jajaja.

Los figuras que saben perfectamente lo que hacen. Decididamente la atención y esfuerzo de Suraj y la profesionalidad de sus trabajadores hacen que el transporte de la moto mediante Eagle Export Cargo ya sea a España o a Tailandia sea totalmente recomendable.

Caja preparada y sobre la báscula de aduanas. En toda la nave no hay ni un "toro" elevador o sea que tanto para subirla aquí como luego para bajarla y pasarla al interior de la nave de aduanas lo hemos hecho entre 12 o 13 personas empujando y levantando. Impresionante lo que puede hacer el "human power" jajaja.

Y habiéndome despedido de la Superternera vuelvo al barrio de Thamel a la oficina a rellenar los últimos trámites con Suraj quien me invita a cenar a su casa.

Mientras tanto, ahora que el tema de la moto ya está terminado, yo ya compro mi billete de vuelta a casa tras encontrar una combinación para pasado mañana con apenas una corta escala. Me queda un día más de turismo y esto ya se acaba...

Al llegar a casa de Suraj su hija y su sobrina le hacen una fiesta sorpresa por ser el día del padre (en realidad él me confiesa que en Nepal hay 365 celebraciones al año, jajaja).

Las niñas a mi también me aromatizan con incienso y me pintan el "Tilak", es decir el Tercer Ojo de la inteligencia interna o Chakra.

Aquí, echando la noche apaciblemente en una casa nepalí de Kathmandú.

Vemos ahora además a la mujer de Suraj, Sarah, una gran conversadora a quien agradezco la invitación a su casa.

Ya casi de madrugada Suraj me acerca a mi hostal y nos despedimos fraternalmente dejando un posible reencuentro futuro en manos de nuestros respectivos destinos. 

Al meterme en la cama una sensación de vacío me invade al pensar en la megavaca allí en su caja en una nave oscura. ¿Tendrá miedo ahora sin mi la pobre, o en realidad estará respirando por fin aliviada al perder de vista al tío machaca este pesado que ya sólo le faltaba mear en marcha como los ciclistas...? Jajaja.