lunes, 11 de agosto de 2014

DÍA 31 MARCANDO EL TERRENO COMO LOS PERROS








DÍA 31: AMBALA - DELHI (235 KM):










Inevitablemente cuanto más cutre es el hotel que has pillado más ganas de levantarte temprano y salir pitando tienes y eso puede ser  un aspecto muy importante dependiendo de lo exigente que sea tu plan de ruta. En mi caso lo único que tengo que hacer hoy es acabar de llegar a Delhi, de la que preveía un caos monumental y una pesadilla contínua. No ha sido así. La verdad es que la carretera te lleva bastante dentro antes de empezar los atascos (era lunes por la mañana a las 8 cuando he llegado, intenta entrar en Barcelona así...). 





Una de las puertas de entrada a Delhi.




Pero eso sí, cuando las calles han empezado a estrecharse y he entrado en Old Delhi la circulación se ha vuelto tan asfixiante como temía entre carros de bueyes, carritos de carga tirados por personas, triciclos que hacen de taxi y motocarros, aparte de calles cortadas, obras salvajes, gente quemando cosas en medio de la calzada, etc, etc. "This is Delhi man" he pensado mientras recitaba "Om" cada vez que el atasco me volvía a dejar parado y el ventilador de la Superteneré me recordaba que estar así sin respirar no le gusta nada...

Me dirigía hacia el Main Bazar donde hay muchísimos hostales de mochileros y hoteles, pero ya antes de llegar he visto un hotelito de color amarillo, todo limpio, todo impoluto, que parecía levitar entre tanta porquería... Era un hotel de la cadena Bloomroom y con un aire acondicionado perfecto, un wifi rapidísimo, agua helada gratuita en el hall  y unos empleados correctísimos he sucumbido a la lujuria, tras negociar el precio a 2000 rupias (24 euros), decidiendo que voy a alojarme en Delhi a lo grande y prefiero pagar los 12 o 14 euros sobre los que pagaría en un hostal pero que necesito un espacio virgen y limpio entre tanta basura, suciedad, podredumbre y olores desagradables que Old Delhi ofrece sin reparos a los acabados de llegar como yo. Además he llegado a las 9 de la mañana y no me han puesto pegas por ocupar ya la habitación, o sea que la voy a usar más de 24 horas. Definitivamente doy la tarifa por bien empleada. 

Tras tantos días durmiendo de cutre no me puedo creer tanta pulcritud...



Aunque como os tengo ya dicho: a hotel caro hay que corresponder con una colada... son las normas... jajaja.






Miro la web de DHL y como mucho me temía el paquete con el neumático nuevo no ha llegado ni a Delhi. Esto va a ir para largo, ya he hecho bien de ponerme cómodo. Hago que el recepcionista llame a DHL y me dicen que hasta mañana a las 18 horas nada. Pues bueno, calma chicha, serán dos días enteros en Delhi. De momento la ducha y el internete que hay mucha faena por hacer.

A media tarde salgo a pinrel a descubrir el barrio incluyendo la mítica Main Bazar donde decididamente se concentran todos los albergues de guiris que se detectan enseguida a diferencia de mi, que con la barba y vestido sin el traje de moto ni ninguna mochila chillona ni cámara al cuello en primera instancia paso a menudo más desapercibido, o al menos eso me dicen, claro que me falta todavía un puntito de moreno para integrarme del todo...jajaja.



Main Bazar.




El Main Bazar, como todo Old Delhi, también huele a ratos a meados, para que te voy a engañar. Y todavía con más motivo porque justamente en plena calle hay un par de urinarios públicos uno de los cuales precisamente te puede indicar donde empieza una de las callejuelas adyacentes donde están varios de los backpackers hostels baratitos. Es decir que el día que vengas a Delhi cargado con la mochila empieza a caminar el  Main Bazar desde la estación por el margen derecho y cuando huelas a orines y veas a cualquiera mear en unos urinarios, entra en el callejón y poco más allá habrás encontrado tu hostal barato (8/10 euros), jajaja.

"Meódromo" al sol y a plena vista.


Callejón de hostales que empieza con otro urinario. Este es el tuyo...



Urinarios aparte, de verdad que no entiendo esa poca sensibilidad que tenemos los hombres (a mujeres no he visto ninguna) de mearnos en sitios donde luego vamos a pasar el día, a trabajar, a comer... Es realmente asqueroso y nauseabundo. Yo ya sé que con estas crónicas a alguno le parece que doy el perfil de aventurero de hierro forjado capaz de todo, pero no, te voy a confesar aquí y ahora en secreto una de mis debilidades: los olores. No fumar, ni tomar alcohol ni café hace que mi mundo olfativo sea muy sensible hasta el punto que del trabajo hacia casa te podría decir a veces exactamente qué van a comer en alguna de las casas que me caen de camino... En definitiva, que me asquean especialmente los sitios que huelen mal y Delhi se está destacando por una mezcla de olor a aguas fecales (esa en menor cantidad, cierto es) y olor rancio a meados al sol acumulados y concentrados en esencia pura que parece que venga ya desde el principio de los tiempos...

Y lo jodido es que sobretodo cuando he salido por la noche les ves perfectamente mearse en todos los rincones de su ciudad. ¡Coño, si mañana mientras trabajas aquí mismo vendiendo fruta por ejemplo no te quieres sentir como un cerdo no te comportes ahora como un cerdo! Dejémoslo aquí que esto ya huele, jajaja.

Todavía en Main Bazar a media calle nos encontramos una plaza.




Si nos fijamos, en algunos edificios nos advierten de que hay terracitas con restaurantes en su parte superior para observar la calle, lo cual nos recuerda (en plan cutre, eso sí) a la plaza Jemaa el Fna de Marraquech y sus famosas terrazas alrededor desde donde se divisa el espectáculo único de la famosísima plaza.



Algunas de las casas tienen un encanto relativo...



... o incluso interesante.


Salimos ya de Main Bazar y nos centramos en el día a día de Old Delhi...





El conductor de un motocarro-taxi repara el motor entero en plena acera (teniendo en cuenta que muchos de ellos duermen dentro del vehículo es probable que no tenga otro sitio donde hacerlo...).




Un puesto de comida callejero, cuya salubridad ya os podéis imaginar, empieza a hacer hervir la comida que en un rato los clientes empezarán a querer cenar...







En definitiva, que desde las 9 de la mañana que estoy en Delhi, un crisol de sensaciones variopintas y casi todas ellas realmente intensas. 




Kms hoy: 235 km
Acumulados: 15.475 km
Media: 499 km
Hemos pasado por 17 países.

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