miércoles, 27 de agosto de 2014

DÍA 47 EL DEMONIO, EL MONO VERGONZOSO Y LA NIÑA-DIOSA












DÍA 47: KATHMANDÚ - KATHMANDÚ:











Es mi último día en Kathmandú y hoy toca precisamente descubrir a pie su centro urbano, en especial la plaza Durbar Square declarada Patrimonio de la Humanidad. 

Salimos desde el barrio de Thamel en dirección Sur y al poco una callejuela nos lleva hasta la plaza donde descubrimos la Stupa más grande del centro, Kathesimbhu, que siendo una simple copia de la enorme Stupa Swayambhunath de las afueras que vimos al llegar,  permite disfrutar de ella a los fieles budistas que no se  pueden permitir desplazarse hasta allí o subir la enorme escalinata con aquellos monos que recordaréis.



En la misma plaza el Monasterio budista Thanka está dedicado especialmente a la elaboración y pintura de telas.





Las típicas banderitas de la Stupa. Como supongo sabréis en los templos budistas se da la vuelta en el sentido de las agujas del reloj, igual que se hacen rotar los clásicos cilindros de plegaria.



Normalmente las Stupas tienen en la base una serie de niveles que representan los estratos del conocimiento por los que el hombre ha de pasar en sus diferentes vidas reencarnadas hasta llegar al Nirvana, que se representa con esa sombrilla que remata la Stupa.


El Dorje o Vajra de la Stupa (que parecen dos coronas pegadas por la base) recordemos que es el símbolo de la tormenta.



Esta mirada, imagen simbolica del Nepal en realidad, es siempre inquietante. 


Una de las plazas céntricas de la zona peatonal  con cinco calles que desembocan en ella es la Assan Tole.



Templo de Krishna.


Paloma sobre paloma.



A paloma por cabeza...


Bello estanque Rani Pokhari.



Acercándonos más a Durbar pasamos también por la animada Plaza de Indra Chowk.




Presidiendo el caos del tráfico de la plaza el Templo Akash Bhairab con sus cuatro leones en el balcón.






En el Templo de Shiva vemos que hay unos pintores trabajando con las medidas de seguridad típicas de la zona, es decir ninguna... Los vendedores de telas que hay debajo están ajenos a que se les pueda venir el pintor encima en cualquier momento.


Que sí, creedme que era el pintor, aquí lo veis mejor...


Me empujo un lingotazo en un chiringuito y caigo en la cuenta de que nuestros hijos se han perdido el gusto supremo que era en verano tener una botella de refresco de vidrio helada en la mano y su contacto con los labios. Serán tal vez más operativas si quieres, pero desde luego la lata y la botella de plástico no son lo mismo para nada y forman parte de nuestra cultura actual en la que nada se reaprovecha y todo va a parar al puñetero vertedero...


Llegamos por fin a Durbar Square. El Templo del fondo es el de Taleju que se encuentra dentro del Palacio y que hasta no hace mucho marcaba el límite de altura de las construcciones en Kathmandú, pues se consideraba muy desafortunado construir nada que fuera más alto.



¡Ei! ¡Caña aquí! jajaja.





Columna del Rey Pratap Malla.



Detrás de la columna del Rey, y en una zona invadida por las palomas que ponen en riesgo las tallas con sus excrementos, encontramos el Templo de Jagannath.


Porque, una vez más (y esta ya es la última, lo prometo...juas), en las vigas encontramos las ya famosas tallas eróticas. 

Más allá del morbo innegable que puedan suscitar, lo interesante es pensar que mientras en la Edad Media en Europa la religión se empeñaba en reprimir el sexo, teñirlo de pecado y alabar las virtudes de la castidad, en otros lugares del mundo la religión mostraba a sus fieles con todo detalle las diferentes formas de disfrutar de su sexualidad de forma natural, desde los prolegómenos hasta la consumación (beso con lengua incluido...jajaja).


Indudablemente aquí vemos a varios señores feudales que aprovechan para atacar por la retaguardia probablemente a sus sirvientas mientras ellas están trabajando moliendo grano o arando la tierra...


Incluso otro sorprende a traición a una que amamanta a su hijo. Si es que los hombres cuando nos ponemos no tenemos espera... Para los menos diestros las figuras animan a fijarse en los propios animales para aprender...




Vuelven a aparecer los juegos a tres en diversas combinaciones, lo cual como decía nos da una idea muy clara de que la sexualidad aquí ya era concebida como algo lúdico muy lejos del carácter eminentemente privado, oscuro y simplemente reproductivo que se le daba en la época en el medievo occidental.


Atención a la cara risueña de Mr. Spock de Star Trek del "afortunado" de la derecha...




De nuevo nos sorprenden también escenas de sado-masoquismo, garrote en mano.


Y finalmente combinaciones digamos un poco "más elaboradas" que a más de uno le harían enrojecer incluso hoy día que parece que ya lo tenemos todo superado... jajaja. 



Y volvamos a las piedras que nos perdemos... (mes y medio fuera de casa qué queréis... jajaja). Este templo octogonal es el Chasin Dega dedicado a Krishna y levantado en honor a dos reinas fallecidas.


La entrada al Palacio Hanuman Dhoka (hoy día museo) se hace mediante esta puerta de oro custodiada por dos leones de piedra.


Una vez más volvemos a encontar a Hanuman (el dios-mono arrodillado) con su capa roja, muy venerado según he podido comprobar. En esta ocasión, además, Hanuman tiene la cara también tapada con la capa precisamente para que no vea las imágenes eróticas del Templo de Jagannath que tiene enfrente...Curioso, ¿no?




Tao Gan (la gran campana) que se usa solamente una vez al año para ahuyentar a los malos espíritus.

Templo de Maju Dega muy estilizado con sus 9 pisos en la base además de las 3 pagodas.


Templo de Shiva y su mujer Parvati (que si nos fijamos son las dos curiosas figuras de madera que se asoman a la ventana).



Estatua de Garuda a quien ya conocemos.


No sé a que mente privilegiada se le ocurrió construir un edificio neoclásico de estilo europeo (el Gaddi Baithak) en plena plaza, que desde luego sienta como una patada en la entrepierna de lo que desentona con el resto de edificaciones medievales...


Este templo grande y abierto que a priori no parece tener demasiado interés en realidad es uno de los más venerados por ser el más antiguo de Kathmandú. Es el Templo Kasthamandar (casa de madera) y en realidad el nombre de la ciudad deriva precisamente de él. Según la leyenda se hizo con la madera de un sólo árbol.


En su centro hay una antigua imagen de Shiva.


Y en cada una de sus cuatro esquinas una imagen de su hijo Ganesh (Dios de la fortuna) con su cabeza de elefante. 


Muy cerca, en un rinconcillo, encontramos el pequeño Templo de Ashok Vinayak o Maru Ganesh, adorado por hinduístas y budistas (las dos religiones comparten buena parte de costumbres y dioses). Es tan importante esta pequeña capilla y su imagen de Ganesh que el propio Rey ha de venerarla el día de su coronación.



Esta es la casa de la Kumari Devi, la niña-diosa considerada una reencarnación de la Diosa Taleju Durga.


Es escogida desde los 4 años hasta que le viene la menstruación y ha de reunir 32 cualidades físicas determinadas. A las candidatas las encierran en una habitación oscura del Palacio Real e intentan asustarlas con ruidos y personajes con máscaras. También tienen que reconocer diversos objetos de la anterior Kumari Devi, igual que los candidatos a ser elegidos como reencarnación del Lama.


La finalmente escogida vivirá en esta casa con su familia hasta que tenga su primer período y sólo puede salir de allí durante la celebración de seis festivales concretos anuales.


Una novia se hacía allí hoy las fotos de la boda. El novio, al fondo, tiene cara de "la que se me viene encima..." jajaja.


Volvemos a encontrar al pavo real como motivo ornamental.


El patio interior de casa de la Kumari. Esta tradición al parecer empezó hace siglos cuando el Rey mató a una menor al mantener con ella relaciones sexuales (!) y como penitencia por ello más tarde empezó a adorar a otra niña.


Esta es la ventana y el balcón de madera tallada desde donde a veces la Kumari sale a dejarse ver acompañada de su sacerdotisa guardiana, pero está prohibido hacerle fotos.


De todas maneras en internet encontramos fotos de algunas Kumaris (foto web) y nos hacemos una idea. En el valle hay actualmente varias pero la Kumari de Kathmandú es la más importante.



La gran imagen (de una sola piedra) de Kaal Bhairav, la personalidad destructiva de Shiva. Se usaba para hacer jurar la verdad ante ella (vamos, como el polígrafo de Tele 5...).


Está bailando y pisoteando al "Demonio de la Ignorancia" (el demonio de las gafas Hawkers no, el del suelo... jajaja)


Salimos de Durbar por la Plaza de Basantapur que está dominada por la Torre de igual nombre.



De uno de sus extremos sale la calle Freak Street que se llama así porque es donde los primeros hippies de los años 60 se establecieron. Como os decía el otro día aquí también hay hostales, bares, restaurantes, tiendas, oficinas de exchange y todo lo que los visitantes extranjeros andan buscando.


Todavía hoy día los/las turistas "flower power" se entremezclan con los locales compartiendo a menudo sustancias alucinógenas en los "Organic Cofees". (Me habrán ofrecido "material" como cincuenta veces en estos cuatro días aquí, especialmente al caer la tarde...).


Colorido de Freak Street.




Dando un paseo vuelvo a tirar dirección Norte simplemente dejando pasar la tarde, como intentando que Kathmandú me empape con su mezcla de colores y sensaciones, puesto que soy muy consciente que antes de que me de cuenta estaré en casa y añoraré este exotismo que ahora me rodea ya casi sin darme cuenta tras tantas semanas de viaje por Asia.



Tatuadores en Henna.


Calles de Kathmandú.


Y callejones.


El afiladoooooooooooooorrrrrrr (léase con el tono musical típico de aquella especie de flauta de pan que se oía hace tantos años en nuestras calles y que hoy día casi ha desaparecido).


Vuelvo finalmente a Thamel a invertir en algunos recuerdos mis últimas rupias y horas nepalís. 




Casi con desgana, ya anocheciendo vuelvo al hostal y recojo mis cosas para mañana pues a las 4 el taxi me recogerá para llevarme al aeropuerto y con ello empezar a hacer balance de esta aventura que ya va tocando a su fin.

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